26 sept 2017

Nada como ella

A pesar de saber a callejón,
de oler a tabaco barato,
aunque aboque a perdición
luzca como derrota
y sienta como un tiro.

Pero
porque huele a callejón,
a cenizas gloriosas,
a tabla de salvación,
sabe a digna derrota
y sienta como un tiro

no hay nada como ella:
altanera,
soberbia,
chulesca,
mirando a la cara a la noche,
desafiándola,
afilando sus seis cuerdas.

17 sept 2017

Una Ross es una Ross es una Ross

Me adentraría en las inexpugnables raíces de su cabello.
Exploraría la noche constante en su melena.
Entraría sin rumbo en ese bosque,
perderme en sueños de rosas y veranos.
Pero cuidado con sus garras:
están clavadas firmemente en el corazón de la tierra,
en la mismísima médula de la vida salvaje.
No escaparía sin heridas.
¿Y quién querría salir indemne de semejante laberinto?



Soy tu hombre feo

Hoy el espejo ha sido inusitadamente cruel
y mi vista misericordemente corta.

Hoy escupo en el halo y la suerte de los guapos
y maldigo la autocompasión de los feos.

Hoy tendrás cuidado conmigo:
te escupiré veneno a la cara
con mi más dedicado cariño,
hoy te amaré tiernamente con rabia psicópata.

Seré tu hombre feo y franco,
pero amarás al más gilipollas adonis
que para ti guardo.

Cuidado, porque soy dos, cariño,
y los dos se turnan en lo dañino.

Retar la letra

Releerla,
alterarla al relatar,
arrearle lateral al teatral retal,
atarear la atea letra,
tararear al leerla,
aletear, retraerla,
tallarla alerta,
retratarla térrea,
traerla alta,
atraerla a la errata
(artera tarea),
atarla al altar.

Arelar, talar, tratar la leal,
letal, etérea letra.

Letrear.

4 sept 2017

REVENTAR

No ablandarse como la celulosa de dos capas en el fondo del retrete,
no doblarse, doblegarse como una espiga con el viento cargado en su espalda,

no, reventar,
que los puntos de sutura no sean suficientes,
que el dolor de la deflagración sea insuficiente.

No. Reventar y arder como el Hindenburg
y llevarse todo por delante: árboles, gente, mundo y rastrojos,
papel y bolígrafos y oficinas de empleo y opiniones no pedidas,
y memeces y anuncios de champú y vasos de plástico del café del caro,
y presentadores de televisión y telediarios.

Reventar nuclear y atómico para asolar Suiza de una vez para siempre, de una vez por todas.

Reventar para entretener la tediosa espera,
reventar para destruir la sala de espera,
destruir la consulta entera. Y al dentista.

Reventar como una gigante roja,
reventar en hipernova.

No pudrirse, no ajarse, no azulear como las fotos de menú de carretera,
explotar, estallar, REVENTAR

y que la onda expansiva esterilice planetas más allá del horizonte cósmico.
Que los supervivientes diezmados queden sordos para siempre por el mayor,
el más magnífico pedo que ser viviente se haya tirado jamás.

No caer como las hojas, no palidecer en el olvido, no plegarse al tiempo que llega,
RE-VEN-TAR como un puñetazo en la mesa, como el Puño de Dios en la cara de la desidia,
como el Martillo de Thor en los testículos de la indiferencia.

Reventar y dejar recado: vosotros me hicisteis.

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Dedicado con cariño a Yanira Vega.