Nadie desea ser maniatado
por las esposas de peluche
de los hijos de los dictadores.
Nadie desea que sus hijos
sean amanantados
por la hiel de la traición.
Y sin embargo
juntamos las manos
humilladas y serviles y
les abrimos las bocas
de nuestra descendencia.
Estamos en un universo equivocado
si esperamos justicia.
Y somos la especie equivocada.
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