Nada bello dura,
(belleza, castillos de naipes).
La experiencia te enseña
que nada es para siempre.
La belleza siempre es efímera,
la fealdad del caos
todo lo invade.
Todo ésto lo sé
porque intenté tocar las alas
de una hada
y en mis manos
se convirtieron en barro.
Lo sé porque quise tocar
lo efímero.
Lo efímero
me devolvió la mirada
y me convirtió en ceniza.
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