Nunca pasaba nada en ese bar
las telarañas suicidaban su tedio
volando de rutina en rutina,
de polvo en polvo sobre el cristal de las botellas,
licores de aburrimiento y resignación
de otros polvos y lodos añejos.
Era un bar domingo en blanco y negro.
una noticia anodina y olvidada en un períodico viejo.
"La guerra ha terminado" pero los héroes están muertos.
Los fantasmas acodan ausencias sobre la barra
los fantasmas de lo escaso beben vino picado
y pican huesos arrugados de aceituna.
Dicen que la historia evita ciertos lugares.
y que el tiempo se detiene en ellos a pasar el tiempo.
Javier Vayá Albert y Chapu Valdegrama
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